La piel atópica es una condición común que afecta a muchas personas en todo el mundo, caracterizada por su extrema sequedad, irritación y propensión a brotes de eccema. Esta condición puede ser especialmente incómoda y frustrante, pero con el tratamiento adecuado, es posible aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. A continuación, te ofrecemos información sobre esta condición y cómo tratarla.
La piel atópica es condición común que afecta a muchas personas
Causas de la piel atópica. La piel atópica suele ser hereditaria y está relacionada con factores genéticos, ambientales e inmunológicos. Las personas afectadas suelen tener una barrera cutánea comprometida, facilitando la penetración de alérgenos e irritantes y la pérdida de humedad.
Síntomas comunes:
Los síntomas varían, pero incluyen sequedad extrema de la piel, picor intenso, enrojecimiento, inflamación, descamación, irritación, y brotes de eccema, manifestados como manchas rojas y con picor en la piel.
Tratamientos:
El tratamiento se centra en aliviar los síntomas y mejorar la salud de la piel e incluye hidratación regular con cremas emolientes sin fragancia para controlar la sequedad y la irritación, usar un gel de ducha específico para pieles atópicas, evitar desencadenantes como ciertos alimentos, alérgenos o productos químicos irritantes, y hacer uso de medicamentos tópicos como los corticoesteroides tópicos o los inhibidores de la calcineurina, que ayudan a reducir la inflamación y el picor durante los brotes de eccema. Algunas personas encuentran alivio mediante el uso de terapias complementarias, como la terapia de luz, la acupuntura o los baños de avena coloidal.
En casos graves, es importante consultar a un dermatólogo u otro profesional de la salud especializado en enfermedades de la piel.